Hoy quiero contaros la experiencia que hemos vivido está tarde, ha sido divertido, interesante, diferente y totalmente recomendable.
Sólo necesitas un grupo de amigos y Sombras sobre Londres. Esta tarde estábamos Neko Kawaii, Sphinx, Capitán Britania y yo (Sakura).
Es de noche y la niebla cae sobre Londres, Jack el Destripador aguarda en su escondite, esperando el momento oportuno para lanzarse al ataque de su primera presa. Un asesino despiadado anda sembrando el pavor entre mujeres de vida “ligera” en el Londres del año 1888.
Bien, esto tiene buena pinta, el tema es interesante, aunque no es nuevo, habrá que esperar el resultado. Un jugador hace el papel de master en la piel de Jack el Destripador. El resto se encargarán de ser los astutos (o no tanto) policías encargados de dar caza al asesino. Una caza gato-ratón, muy trillada, pero que en esta ocasión adquiere una novedosa perspectiva que hace el juego muy entretenido.
Sin más decidimos que Capitán Britania hará de master y de encargado de leer e intentar entender las complicadas instrucciones del juego, que resultan ser muy poco claras, plagadas de ejemplos aún más confusos que las propias explicaciones de las reglas. Tras un largo rato (y una intensa colaboración de todos, gracias chicos!) conseguimos entender la mecánica del juego.
Una vez distribuidos los elementos del juego de forma conveniente (o sea, cómo explican reglas, que para eso están) sobre el tablero de la mesa, se elige el policía que dirigirá la operación de caza al asesino. Y nos disponemos a comenzar la partida, como?? Conclusión: ha pasado una hora y cuarto y todavía no tenemos claro si hemos entendido las instrucciones y la forma de jugar correctamente, pero eso es lo de menos, nos hemos reído muchísimo. Objetivo pasarlo bien cumplido incluso antes de empezar a jugar. Sin más nos lanzamos a la aventura de atrapar al asesino sin más arma que nuestra astucia y unas ganas tremendas de seguir la diversión.
Nosotros (los cinco policías) tenemos tan sólo cuatro noches para atrapar al asesino. Cinco son las posibles víctimas que esperan deambulando por las calles del oscuro y tétrico Londres, su turno en este terrorífico paseo de destrucción y locura. Jack tendrá el mismo tiempo para cometer sus 5 asesinatos y conseguir huir.
Jack el Destripador marca el destino de la noche 1 (31 de agosto de 1888) con el primer asesinato (también podría no haber matado, pero decide hacerlo), evidentemente la Policia recaba pistas en el lugar del crimen y comienza la caza. Pero Jack es astuto y resbaladizo y logra escapar gracias a tres turnos de carruaje (que no sabemos muy bien de donde ha sacado, malditas reglas) y dos callejones que resultan ser mucho más útiles de lo que pensábamos. Acaba la primera noche y estamos como al principio, sin saber exactamente por cual de los callejones ha escapado pero seguros de que vamos pisándole los talones. Tenemos que impedir a toda costa que logré alcanzar su guarida. Si esto sucede la partida habrá terminado, sólo llevamos 10 minutos jugando.
Comienza la noche número 2 (8 de septiembre de 1888). Al comenzar esta segunda tanda del juego hay que reestructurar la situación de los policías, cambiamos su ubicación (elegida al azar con unos marcadores) y con nuevo jefe de policía (es mi turno y no puedo fallar).
En esta ocasión Jack decide no asesinar. Evidentemente esto nos confunde, ya que si hay asesinato por lo menos sabemos por donde ha pasado, de esta forma no sabemos (yo por lo menos) muy bien hacia donde tirar. He de reconocer que Neko Kawaii y Sphinx parecían tenerlo mucho más claro que yo. Vamos cerrando un círculo sin tener pleno convencimiento de que el resultado sea el que queremos (yo no tenía ninguno), la detención del terrible asesino antes de que llegue a su guarida.
Un giro inesperado de los acontecimientos hace que Neko Kawaii, tras una increíble jugada en la que pone a prueba toda su capacidad deductiva y sagaz, detiene a Jack el Destripador. Ehh, cómo?? Pero qué ha pasado? Error del master? Suerte quizás? Eso dice el Capitán Britania (que se ha quedado flipado). No, que va, ha sido una estrategia perfectamente estudiada. Arriesgada, pero que ha salido bien. La partida ha durado 30 minutos. Ha sido más corta de lo que esperábamos pero muy divertida.
Resultado: mucha diversión en un juego que no se puede dejar al azar. Reflexión y astucia deben ir de la mano para conseguir el objetivo del juego (ya sea atrapar o escapar). Sin duda repetiremos, sin duda lo recomiendo. Ya os contaré cómo va la próxima partida que, seguro, jugaremos pronto.
No hace falta que os diga que podéis venir a la tienda a buscarlo, ¿verdad?
